Reseña clásica: Sensatez y sentimiento de Jane Austen

Título: Sensatez y senimientos
Título original: Sense and Sensibility
Autora: Jane Austen
Editorial: Alianza
Páginas: 528
Año de publicación: 2013 1811
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-206-7560-2
PVP: 22,00
Tras la muerte del señor Dashwood, su esposa y sus tres hijas, Elinor, Marianne y la pequeña Margaret, deben abandonar sus posesiones en Norland al heredar sólo el hijo mayor, fruto de un anterior matrimonio. Las acogen unos familiares en Barton Cottage, donde deberán aprender a vivir en condiciones mucho más modestas de las que conocieron. Elinor y Marianne descubrirán el amor, pero también el dolor que produce una mala elección o el no ser correspondido. Marianne, más romántica, se abandona a los impulsos del corazón con sus incontenibles entusiasmos que desembocan en el desencanto y en la desesperación. Elinor, en cambio, sigue los dictámenes de la razón y mantiene un admirable dominio de sí misma al enfrentarse con sus sufrimientos amorosos por el amor que dejó en Norland. Jane Austen, además de realizar una crítica profunda de la hipocresía y de las convenciones sociales, así como de la marginación de la mujer, dota a “Sensatez y sentimiento” de una fascinación y de una viveza irresistibles, con personajes inolvidables como Elinor y Marianne, que han hecho de esta novela un clásico de la literatura universal.
Elinor y Marianne viven en una época donde las mujeres carecen de igualdad con respecto a los hombres. Es por esto que tras la muerte del señor Dashwood ambas jóvenes, junto a su hermana y madre, dejen su antigua vivienda y se trasladen a una con un alquiler bajo, ya que el heredero no les ha dejado demasiado dinero. Mientras que en Elinor aparecen sentimientos por Edward Ferras, en Marianne aparecerán por John Willoughby, a quién conoce tras una caída cerca de su nueva casa, aunque esta última también conseguirá alterar los sentimientos del coronel Brandon. Sin embargo, nada es como aparenta y es que ambos hombres van a mostrar a las damas lo que significa el dolor por amor.

Pese a hacer muchos años desde la publicación de la obra, Jane Austen nos presenta una novela que invita a releer en más de una ocasión.

En Sensatez y sentimientos encontramos una gran cantidad de personajes. Sin embargo, de ellos son los que conocemos verdaderamente. Entre ellos se encuentran, por supuesto, nuestras protagonistas: Elinor, la persona más sensata de la familia Dashwood, y Marianne, la más expresiva y aventurera de toda la familia. En ambas se aprecia un gran cambio en la obra, convirtiéndose en personas más maduras. En esta familia también encontramos a la hermana menor, Margaret, una auténtica fanática de la geografía; una madre muy interesada en que sus hijas sean felices, la señora Dashwood; y un hermanastro, John Dashwood, que se deja fácilmente persuadir por su esposa Fanny, una mujer muy fría. Por otra parte, también nos encontramos con el tímido Edward Ferrars, quién esconde un gran secreto; John Willoughby, un hombre elegante y poco honesto con respecto a sus sentimientos; y el coronel Brandon, quién lo que más desea es la felicidad de Marianne.

Lo que principalmente resalta esta obra de Jane Austen es el contraste entre ambas hermanas. Como muchas de las novelas de la autora, nos encontramos con el amor como el sentimiento central. La novela se entiende perfectamente de principio a fin y los personajes están dotados tanto de virtudes como defectos. Sin embargo, como siempre con esta autora, encontramos una gran critica a la época, tratándose en esta ocasión de los matrimonios convencionales por la prosperidad económica. Aunque no aparecen giros inesperados, se hará difícil dejar de leer. Por otra parte, pese a presentar un final apresurado, la autora consigue finalizarlo correctamente al mostrar el cambio definitivo de comportamiento en ambas protagonistas.

El trato con él fue tornándose para ella el placer más exquisito de la vida. Juntos leían, hablaban, cantaban; el talento musical del joven era notable; y leía con la sensibilidad y la gracia de que desgraciadamente carecía Edward. 

5/5